Comienza el otoño; la vuelta a la rutina y la llegada del frío causan también la llegada de los resfriados. Los cambios de temperatura entre el interior de las viviendas y el exterior, causan catarros, que junto a los virus que se hacen con el control del aire, causan la llegada de los estornudos y los pañuelos, afectando a tu salud y a la de tu familia.
¿Cómo ayuda a cuidar tu salud una casa pasiva? En este blog te lo vamos a explicar.
En un capítulo anterior de este blog, te contábamos cómo mantienen el ambiente fresco las passive house, en la época de verano. Pues bien, esta vez, la teoría es la misma: construimos nuestras casas pasivas para que cuiden tu salud, aparte de mantener el ambiente fresco en verano y cálido en invierno.
La construcción, realizada con muros gruesos, tiene una gran capacidad de almacenamiento térmico, que minimiza el consumo de energía también, ya que evita la fuga del calor y mantiene el ambiente cálido en el interior de las casas.
Para lograr el confort y calidad del aire en el interior de la vivienda realizamos una constante renovación del aire. Gracias a un sistema específico de ventilación mecanizado con recuperación de calor. Para ello, se disponen los huecos en la orientación y tamaño correcto; en invierno, a través de las carpinterías se consigue la captación óptima de la radiación solar, al tener una construcción muy bien aislada y sin infiltraciones indeseadas se consigue que la temperatura de confort que tenemos no se nos escape y nos permita reducir el consumo de los equipos para calefactar cada una de las estancias.
Estas características son necesarias en nuestras casas pasivas, consiguen la creación de un ambiente saludable que mantiene a los virus y microbios lejos de tu familia y los erradica, gracias a la regeneración y limpieza continua del aire y una temperatura estable, sin cambios bruscos.
No dudes en preguntarnos cualquier duda y decídete a ganar en salud con nuestras passive house.