Tras la ola de calor que estamos sufriendo estos últimos días y las temperaturas que rondan los 40ºC en todo el país, los hogares españoles incrementan el consumo de aires acondicionados y ventiladores, haciéndose necesario mantener un ambiente fresco e incrementándose a su vez la factura de la luz, que mengua la economía familiar.
Hoy, en nuestro blog os vamos a contar cómo las passive house guardan el ambiente fresco en su interior, pese a las altísimas temperaturas. Permitiendo, a las familias que las habitan, no incrementar su factura de la luz y lograr así un mayor ahorro.
El eficiente sistema de ventilación que caracteriza a las casas pasivas, asegura un gran ahorro en la factura eléctrica, generando una gran ventaja tanto en las estaciones frías como en las más calurosas.
Cuando construimos una passive house tenemos en cuenta que ha de ser confortable durante todo el año, consiguiendo ser un lugar cálido en invierno y fresco en verano. Para lograr que las casas no se sobrecalienten durante la época estival, es muy importante estudiar la orientación en la que se construye la casa, asegurar un buen aislamiento, conseguir una completa hermeticidad, crear zonas sombreadas –construyendo cómodos porches y zonas con sombra-, y tener muy en cuenta las ventanas y la ventilación.
Las casas que construimos según los principios passive house, están provistas de un sistema de sombreado constituido por cubiertas vegetales y zonas de sombra, como aleros y porches, que mejoran el ambiente térmico en verano y en invierno. La orientación de la construcción es realmente importante, puesto que realizando un estudio de la misma se puede conseguir un conjunto de cualidades que ayudan a la ventilación de la vivienda y el soleamiento, y a su vez asegura unas buenas vistas.
Una constante renovación del aire es una parte importante de este proceso. Los huecos en la fachada se han de diseñar de forma que en verano el aire fresco que entra por la parte norte de la fachada recorra la vivienda, saliendo por los huecos de la fachada sur. Por último, estas viviendas han de estar perfectamente aisladas y ser herméticas, para evitar las fugas y las filtraciones de frío o calor. Como comentamos en el anterior post, en el que hablábamos sobre el test BlowerDoor.
Las casas pasivas mejoran la eficiencia energética en una cifra que compensa la inversión realizada en la construcción, al margen de la revalorización que provoca en la vivienda, permitiendo a los ocupantes no tener que preocuparse de calefacciones en invierno y aires acondicionados en verano. Una casa pasiva consume entre un 70 y un 80% menos de energía que una construcción convencional.
¿Almacenarías agua en un cubo con agujeros?
No lo dudes e infórmate de las ventajas de las passive house, poniéndote en contacto con nosotros. Estaremos encantados de responderte.