Llega la primavera y con ella, como cada año, las alergias. Ese molesto picor de ojos, esos estornudos infinitos y esos sarpullidos por todo el cuerpo que no te dejan disfrutar de esta maravillosa época del año; de las mañanas al sol, de los paseos por el cmapo y de las tardes que ya se alargan.
Ni siquiera en casa estamos a salvo, porque en nuestros hogares se acumulan ácaros; polvo, que nos hace entrar en el bucle infinito de las alergias y que, junto a la astenia primaveral nos merman el ánimo. Esto no ocurre en una casa pasiva. Las passive house, aparte de la eficiencia energética, tienen otro gran aspecto positivo y el más importante para las personas; aportan confort y comodidad a sus habitantes.
Poseen cualidades únicas que las convierten en el escenario perfecto para cuidar nuestra salud. La primera, imprescindible para evitar las alergias, es el sistema de ventilación mecánica controlada. Este sistema filtra el aire sucio interior y lo convierte en aire limpio que más tarde vuelve a la casa de nuevo; evitando así la entrada, por ejemplo, de ácaros o polen.
En segundo lugar; las casas pasivas carecen de puentes térmicos y son totalmente herméticas, evitando así la humedad. Gracias al sellado de las juntas y unas puertas y ventanas totalmente herméticas, la humedad dentro de las casas pasivas y la aparición de moho se reducen al mínimo.
Y en tercer lugar, gracias a la utilización de materiales de construcción naturales, como la madera, un material biodegradable y no tóxico, se reducen también los brotes alérgicos.
Si tienes molestos problemas alérgicos y estás pensando en realizar una rehabilitación en tu hogar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te aconsejaremos de la mejor forma adaptándonos a tus necesidades.
En DICAM trabajamos día a día para crear casas sostenibles, rentables y confortables, creando así edificios y viviendas saludables y de consumo energético casi nulo.
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